Kandy, ubicada en las tierras altas de Sri Lanka, es conocida por su rica historia, cultura y hermosos paisajes.
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Hoy empezamos nuestra etapa en la ciudad de Kandy. Se trata de la segunda ciudad más grande de Sri Lanka. Situada en una zona montañosa, los paisajes son completamente diferentes a los anteriores que habíamos visitado hasta ahora.
Nuestro alojamiento en esta parte de ruta por Sri Lanka fue en el Kandy The Tourmaline.
En Kandy podrás ver uno de los templos más importantes para el Budismo, el Templo del Diente de Buda. También podrás visitar plantaciones de té y descubrir unas vistas panorámicas de la ciudad increíbles.
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KILÓMETROS TOTALES: 10 km
Alojamiento: Kandy The Tourmaline
Después de un relajante día anterior, hoy teníamos la emoción de explorar una de las ciudades que más queríamos visitar: Kandy. Disfruta con este tour en tuk-tuk la ciudad de Kandy. A pesar de que el centro de la ciudad está bastante occidentalizado, con incluso tiendas y varias cadenas de comida rápida muy occidentales, vale la pena recorrer sus calles céntricas.
Nuestro destino principal hoy era pasar el día en Sacred City of Kandy, y sus alrededores, donde nuestra primera parada fue el Templo del Diente de Buda. Aquí, notamos la presencia de muchos turistas que llegaban en autocares. En la entrada, había un control de seguridad donde revisaron nuestras pertenencias y la adecuación de nuestra vestimenta (dado que es un lugar sagrado), y nos dividieron en filas según género.
Después de pasar este control, nos quedamos maravillados por la amplitud de los jardines y los edificios que los adornaban. Justo afuera del edificio central de Diente de Buda, pudimos comprar ofrendas para presentar una vez dentro del templo. No podíamos dejar pasar la oportunidad, de poder ofrecer una ofrenda al templo más importante para el Budismo.
El ambiente en todo el recorrido era místico e intenso. Presenciamos una ceremonia en el santuario interior, donde se guarda el diente de Buda, y luego realizamos nuestra ofrenda. En ese momento, se debe guardar el máximo respeto y silencio, ya que los peregrinos y budistas llevan a cabo sus oraciones.
Pero la visita no se limitó a ver el diente, cosa que es imposible ya que se guardan en cajitas una dentro de otra, y supuestamente en la más pequeña se encuentra el diente. El complejo es amplio, con varias salas y, justo afuera del edificio, varias dagobas para meditar y rezar. Disfrutamos mucho del lugar.
Aquí aprovechamos para comprar incienso y algunos discos de música relajante de los propios monjes budistas.
La entrada tiene un precio aproximado de 8€ y el horario es de 05.30h a 20h.
Luego de salir, decidimos visitar el lago Kandy (Lago Bogambara). Este lago rodea el centro de la ciudad, lo cual lo hace ideal para pasear y disfrutar de las vistas.
Construido en 1807 como un lugar de ocio para el rey Sri Wickrama Rajasinghe, este lago artificial no permite actividades ni pesca debido a sus altos niveles de contaminación.
Otro lugar imperdible es el Buda Gigante (Bahiravokanda Vihara). Con 25 metros de altura, esta estatua de Buda se encuentra en la colina más alta de Kandy. La vimos nada más llegar a la ciudad, y valió la pena solo por las vistas panorámicas.
Cogimos de nuevo el tuk tuk, y fuimos a Udawatta Kele Sanctuary. En el corazón de Kandy se encuentra un sorprendente bosque real de belleza natural. Recomendamos llevar un poco de agua, ya que la caminata puede ser extensa. Durante nuestra visita, descubrimos antiguas cuevas que lamentablemente estaban llenas de basura.
Sería beneficioso que las autoridades las limpiarán para una mejor experiencia de los visitantes. A pesar de ello, el lugar es en su mayoría limpio y ofrece un agradable paseo rodeado de aves, monos, y, con suerte, la oportunidad de ver ciervos.
Después de comer en uno de los numerosos restaurantes de la ciudad, decidimos visitar el Real Jardín Botánico de Peradeniya, un lugar enorme y espectacular. Aquí encontrarás hasta 4000 especies de plantas diferentes, convirtiéndo en uno de los jardines más visitados de Sri Lanka. Su historia se remonta a 1371.
Tras esta excursión a las afueras de Kandy, volvimos para explorar completamente la ciudad. Visitamos el Mercado de Kandy, lleno de puestos de frutas, verduras, especias y, por supuesto, té. Y para los amantes del té, el museo del té es una parada obligada.
Después de un paseo por toda la ciudad, decidimos cenar a medida que el anochecer caía. Aunque habíamos visto opciones occidentales, decidimos probar una pizza. Sin embargo, fue un error.
A pesar de que el país es conocido por su comida picante, nunca imaginamos que una pizza de una cadena de comida rápida también lo sería. Incluso los trabajadores se rieron, advirtiéndonos que todos los turistas caen en la trampa de subestimar el picante.
CONSEJO: Siempre pide la comida sin picante, lo que significa que le agregarán solo un toque. Y ten en cuenta que siempre hay algo de picante, incluso si pides con picante.
Tras recorrer toda la ciudad y cenar, regresamos al hotel para relajarnos y disfrutar de la terraza con vistas a la ciudad.
En resumen, a pesar de su bullicio, Kandy nos cautivó con su variedad de lugares para visitar.
Aquí puedes consultar la siguiente etapa: Ruta por Sri Lanka – Día 9 | Kandy – Nuwara Eliya
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